¿Sabías quién fue el primer coleccionista de filatelia de la historia? Pues el doctor John Edward Gray, oficial del Museo Británico, que en 1840 empezó a coleccionar los primeros sellos, inmediatamente después de su aparición. Incluso publicó un anuncio solicitándolos en el periódico The Times de 1841.
Este hecho queda muy atrás en el tiempo, sobre todo hoy en día, donde el correo ha evolucionado utilizando las nuevas tecnologías para entregar los documentos y mensajes, como el fax y, sobre todo, el correo electrónico.
Sin embargo, estos acontecimientos no han frenado a los apasionados del mundo de la filatelia, que comenzó hace tanto tiempo y que aun hoy continúa siendo uno de los artículos de colección por excelencia. Coleccionar sellos no es algo que vaya ligado a la «moda« del momento, es mucho más, es una cultura que estamos seguros que seguirá existiendo a lo largo de la historia.
Coleccionar, lo que se dice coleccionar yo creo que nos viene en los genes.
Alguno pensara que estoy un poco loca al decir esto pero cuando leo alguna novedad del yacimiento de Atapuerca una de las palabras usadas es que «recoleccionaban» y me da un poco igual si era para comérselo fuera de temporada o si era para luego hacer una exposición en la cueva.
Llevo años en esto y es curioso como cuesta ponerse de acuerdo para definir a un coleccionista. En el RAE dice que es quien tiene una colección y Como la base es esa, Colección: «1. f. Conjunto ordenado de cosas, por lo común de una misma clase y reunidas por su especial interés o valor.»
Y como quieras que todos reunimos cosas porque nos gusta o porque las necesitamos eso se llama colección y por lo tanto somos coleccionistas.
Lo mejor es cuando un joven te dice que él no colecciona nada y que no le gusta que le llamen así. Y le preguntas por los discos que tiene y resulta que no solo tiene mil, además todos los de XXX y un par descatalogados. Todo ordenadito. O una señora que se espanta de cómo hay gente que tenga muchas cucharillas de recuerdo y ella tiene un costurero que parece una mercería con todos los colores de hilos del mundo ordenados por gama y hasta los botones los tiene clasificados»¦Y ese señor tan serio que nos mira secamente y en su despacho se guarda todas las felicitaciones de empresa que le han mandado en los últimos veinte años»¦
Pero nosotros somos conscientes de esto y nos gusta y nos llamamos coleccionistas.
Gracias a internet nos conocen, nos valoran y valoran nuestras piezas. Ahora en el ayuntamiento te andan persiguiendo para que pongas una exposición de tu genero. Los hipermercados hacen publicidad a costa de la colección importante de otro y miles de webs referentes andan pululando por este mundo extraño.
Por un tiempo quisieron denominarnos con un insulto. Nos llamaban FRIKIS de forma despectiva. Pero no lo han conseguido, muchos somos los que cuando contamos algo de lo que hacemos nos llamamos así, no lo han conseguido, ser friki no es un insulto es pertenecer a un grupo con intereses comunes. Sobre todo»¦el interés por seguir jugando, por muy mayores y serios que seamos, por muy dispares profesiones que tengamos»¦lo nuestro, es sin duda»¦jugar y jugar, que somos coleccionistas, faltaría mas!